miércoles, 11 de enero de 2012

NI SAMUEL NI TINTIN: MR. UNKNOWN


Como cada mañana suelo coger un recorrido distinto para volver a casa en coche del cole del mayor, siempre con la esperanza vana de sortear los atascos que se producen al mediodía, ayer me tocó uno que me hizo esperar un rato largo junto al acceso a la zona de la Losa. Pues ahí estaba yo cagándome en mis muertos con la música a todo volumen, cuando de repente un grito de Mr. me hace despertar de mi letargo junto al volante; ¡TINTÍN, ES TINTÍN, PAPA, TÍNTIN!

Y claro, tras el sobresalto servidor que intenta localizar qué persona puede ser tan ridícula, por no decir grimosa, para parecerse al susodicho personaje de comic, ese eterno adolescente repollo asexuado, dechado de virtudes y moralina por un tubo llamado Tintín. Pues no se trataba de una personaje, sino de la estatua que había justo a pocos metros del semáforo. Pues sí, le digo al crío, la verdad es que parece un rato largo a Tintín. Pero ya me extraña, ya, y no porque no supiera de los ancestros asturianos de reportero del flequillo ridículo, que por tener bien podría tenerlos si reparamos en la amplia colonia asturiana que vive de antiguo en Bélgica; sino más bien porque no veo yo al ayuntamiento de Oviedo dedicando estatuas a lo Woody Alleen sin que antes el Herge no hubiera incluido en alguno de sus albumenes una escena ambientada en la catedral o la Escandalera. No me da, que dirían por aquí aunque todavía no soy capaz de aprehender en su totalidad el significado de esta expresión. De modo que intento echar mano de memoria, que recuerdo a la perfección que la estatua no lleva mucho tiempo ahí, que algo leí u oí de cuando la pusieron.

¡Ah, coño, el ciclista! En efecto, no tardé en recordar que se trataba de la estatua que dedicaron al ciclista asturiano Samuel Sánchez, campeón olímpico en Pekín y de varias etapas del Tour y la Vuelta. ¿Entonces, dónde coño tiene la bicicleta? Claro, claro, si lo tendrá que decir un niño para que nos demos en cuenta, que si le levantas una estatua a Espartero pues lo tendrás que poner a lo ecuestre sobre el caballo de sus famosos cojones, que si le levantas otra a Quevedo pues no te olvides de sus también famosos anteojos o su cruz de Santiago, si se lo haces al Cristiano Ronaldo en Funchal le pones un balón a los pies aunque todo el mundo conozca allí al hijo de su madre, incluso sin salir de Oviedo ahí tienes a la pescatera con sus peces, la lechera con su burro y sus cántaras o la del viajero con sus maletas, no inducen a dudas.

¡Cómo que ciclista si no lleva bici! Y dale, pues será que sí, que no lo es por mucho que digan, de modo que lo que tu quieras; pero, ¿si dices que es Tintín dónde está Milú? ¡Ehhhhhhh! Así que si no es Samuel porque no lleva bici, ni Tintín porque no está Milú, pues bien puede ser tanto Toñín el de Pravia como Xuacu el Gaiteru, así que como mucho monumento al flaco desconocido.

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