domingo, 16 de enero de 2011
EJERCICIO DE ESTILO PERIODÍSTICO
Propongo el siguiente ejercicio de estilo periodístico: busquen en la hemeróteca de un periódico autotitulado de serio, con cierto marchamo de progresía que le viene de sus orígenes, a veces hasta se proclama independiente sin ruborizarse, siquiera al menos uno que dice estar comprometido con los valores democráticos, los derechos humanos y bla, bla, bla, dicen que el que más se lee en España, busquen todo lo referente al recién derrocado Zine el Abidine Ben Ali, y una vez buscado, hagan una lista con los términos con los que durante años este periódico se ha referido al mismo. Ya les adelanto que por lo general encontrarán los siguientes: presidente tunecino, mandatario tunecino, dirigente o cualquier otro que podríamos utilizar para presentar a un gobernante de nuestro entorno como el propio Zapatero o Sarkozy; no en vano estos mismos no solo se codearon durante décadas con el tal Ben Ali sino que además se prodigaron en gestos de camaradería tipo palmadita en la espalda, abrazo caluroso o carcajadas al únisono por vete a saber qué, a saber si a algún periodista se le ocurrió en ese momento preguntarle al tunecino por la limpieza de las próximas elecciones en su país o la fecha de su retirada tras las mismas.
Pues bien, ahora de la noche a la mañana, al calor de los sucesos de los últimos días, pero solo cuando ya se había confirmado la noticia, va EL PAIS y se nos presenta con un titular en portada tal que así: El DICTADOR Ben Ali huye de Tunez acosado por la revuelta popular.
De lo que solo puedo concluir que el libro de estilo de este rotativo debe establecer lo siguiente: Aquel gobernante que pese a lo irregular de su acceso al poder, sus métodos autoritarios, su falta de respeto de los derechos humanos y la corrupción que caracteriza a su régimen, sea aliado de todos aquellos europeos u occidentales, tanto por cuestiones puramente comerciales como estratégicas, será siempre presentado según los mismos terminos que cualquier otro dirigente de un país democrático. Esto será así al menos hasta que sea derrocado por una oleada de protestas populares y tenga que huir del país. A partir de ese momento el periódico procurará mantener la distancia lo más rápido posible y seguir la corriente en contra del derrocado mandatario, por lo que los redactores deberán utilizar para referirse al mismo términos como "dictador", "déspota", "corrupto", "criminal", etc. (de hecho, hoy mismo le dedicaban el calificativo de "sátrapa". Me pregunto con toda la malicia del mundo si este mismo redactor se hubiera permitido la licencia apenas unas semanas o días antes, como que si nos ponemos exquisitos y tal con el lenguaje hasta diría que la información es errónea, pues Ben Ali ya no es un sátrapa, en todo caso lo era puesto que ha sido derrocado, ha dejado de joder a su pueblo, más bien lo era cuando todavía se referían a él como el presidente tunecino, socio comercial preferente, ejemplo de estabilidad y desarrollo en la región, el mejor aliado de Europa y también de España...)
Pues eso, solo un ejemplo de cómo a la doblez interesada de nuestros muy demócratas y sensibilizados gobernantes hay que añadir la de sus siervos mediáticos con el fin de tenernos, cuanto menos, "oficialmente despistados".
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