viernes, 16 de diciembre de 2011

DE CUANDO YA NO SE PAGABA NADA POR LOS POEMAS


Anoche, un poema de Bertolt Brecht en la mano, Lied der Lyriker (Canción de los líricos), o lo que es lo mismo: cuando en el primer tercio del siglo XX, ya no se pagaba nada por los poemas. En original porque de lo contrario no tiene sentido el final de esta entrada.

Heute wird nichts mehr bezahlt für Gedichte. Das ist es.
Darum wird heut auch kein Gedicht mehr geschrieben!
Denn der Dichter fragt auch: wer bezahlt es? Und nicht nur: wer
liest es?
Und wenn er nicht bezahlt wird, dann dichter er nicht! So weit
habt ihr´s getrieben!


(Hoy ya no se paga nada a por los poemas. Eso es.
¡Y por eso no se escriben ya hoy poemas!
Pues el poeta pregunta también; ¿quién lo paga? Y no sólo:
¿quién lo lee?
¡Y si no le pagan, no escribe poemas! ¡A esos extremos lo
habéis llevado)

¿Es que Bertolt Brecht estaba ya preocupado por los problemas de los derechos de los autores en el primer tercio del XX? Seguro que sí, como que él no tuvo los suyos con sus editores, con algunos, con los dueños de los periódicos para los que escribía. No iba a tenerlos, primero por el miedo de estos a las autoridades nazis, hay que bajar el tono, que nos cierran el chiringuito o ya directamente nos lo queman, además no vendes si no te sometes. Y luego más tarde también, incluso cuando vivía a papo de rey en la Alemania comunista de la que era un símbolo, no podemos publicarte eso, eres un símbolo, no está bien sacarle los colores a los tuyos.

Pero esas parecen historias de otro tiempo. Tú lees de primeras este poema y en seguida caes en la tentación de creer que te habla del tuyo, de la piratería, o lo que es lo mismo, la convicción generalizada de que el autor es un privilegiado que suficiente tiene con poder dedicar tiempo a su arte, ya luego que encima piense que tiene ser remunerado por ello es que no tiene nombre, menudos jetas, que trabajen como todo el mundo, pero que no pretendan vendernos lo que producen, que ya se sabe que un plato de callos en la tasca de enfrente sí, la obra del fontanero también, hasta la gestión de mierda de un picapleitos otro tanto: pero, ¿pagar por la cultura? Vamos hombre, que no somos gilipollas, que eso tenía que ser gratis para todos.

El poema es largo y todo con mucho jugo, al que le interese que lo busque por ahí, el final, en cambio, de esos que dicen antológicos:

Als ich das, was ihr hier lest (ach, lest ihr´s), begonnen
Wollte ich auch jede dritte Zeile in Reimen verfassen
Aber da war mir die Arbeit zu gross. Ich gesteh es nicht gerne
Und ich dachte: wer soll das bezahlen? Und hab es gelassen.


(Cuando empecé con esto que leéis (bueno, si lo leéis),
quería que los versos resultaran todos rimados,
pero era demasiado trabajo, lo confieso a disgusto,
y pensé: ¿quién me lo irá a pagar) y lo dejé.)

Pero está rimado, todo el original lo está...

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