lunes, 10 de octubre de 2011

CARIDAD CRISTIANA Y DERECHO NATURAL


La noticia podría tener su coña y nada más si no fuera por el drama que hay detrás, podría servir de munición anticlerical y poco más. Sin embargo, y aunque a los que en cierta manera nos va la marcha anticlerical nos resulta inevitable esbozar esa sonrisa tan característica de "mira, mira, para que luego vayáis como borregos con flores a María...", la historia de que el Obispado de Ciudad Real ha puesto en la calle a una familia de nueve personas sin querer entrar en «si los desalojados tienen o no razón», va más allá del enésimo ejemplo, éste magnífico, de cómo ejerce la Santa Madre Iglesia su tan cacareada "caridad cristiana":

Purificación Flores, la abuela, explica que la familia dispone de escasos ingresos, procedentes de dos pensiones de invalidez, y se queja de que el administrador de la propiedad, sacerdote, no ha tenido piedad de su mala situación económica, a pesar de que le propusieron pagar "poco a poco" la renta, de 450 euros mensuales por un piso de cuatro habitaciones.

Es una historia que, en época de continuos desalojos como recordaba no hace unos días una estadística por provincias en la que destacaba Murcia con 600 en tres meses, tenía que enlazar a la fuerza con ese otro fallido esta mañana del caserío Kukullaga Goikoa de la localidad vizcaína de Berango, aplazado gracias a la presión popular, con el sindicato agrario y la alcaldesa al frente, en el momento de acudir los representantes del juzgado a proceder al mismo. Los pormenores de esta otra historia son los siguientes:

El matrimonio ha dedicado toda una vida a su caserío y al trabajo por mantener sus tierras y su ganado. Ninguna entidad bancaria les concedió un préstamo con el que afrontar las obras de reforma del tejado, por lo que acudieron finalmente a "una entidad de crédito instantáneo". El periplo, que dio comienzo el 7 de septiembre de 2005 cuando piden un primer préstamo, se consumaba con el aviso de desahucio por no poder hacer frente a un tercer préstamo de 25.900 euros a pagar en tres meses. Antes, habían solicitado dos préstamos más al mismo fiador, "uno por 44.500 euros y el segundo, por 135.000 euros". Según EHNE, del primer préstamo solo recibieron 20.600 euros; del segundo, 22.400 euros, por lo que se vieron obligados a solicitar un tercero, del que obtuvieron 9.000 euros. EHNE también admite que "todo es legal. Hay cheques bancarios que certifican las cantidades prestadas. Sin embargo, los asientos bancarios de los baserritarras confirman que solo recibieron las cantidades mencionadas", advierte.

El caso es que en apariencia todo es legal, si bien usura pura y dura, desde el interés que les exigió el prestamista a la misma existencia de este tipo de gentuza. También el Obispado de Ciudad de Real está en su derecho con la ley en la mano, la de la justicia ordinaria, que no sé yo si la de su fe, lo dudo mucho por lo que me contaban de pequeño, todo muy bonito, amén. Y como lo está ya saldrá alguno a decir que a joderse toca, que se lo hubieran pensado antes de firmar nada, que ya hay que ser tontos y todas esas cosas tan del gusto de los que se creen listos por principio, que a ellos nunca les pasa estas cosas, van siempre sobre seguro, siempre están cubiertos, que por algo manejan información de primera mano, están en el ajo de lo que hay que saber o hacer para caer siempre de pie, esos sí que son listillos -amigo Patxi-. Y quien habla de estos casos lo hace de tantos y tantos otros abusos, cuando no ya directamente estafas legalizadas, que permite una código civil en su mayoría a servicio exclusivo de los poderosos con barra, ya sean estos con vara de mando del ayuntamiento corrupto o permisivo de turno, acta de diputado de cualquier parlamento a los que algunos solo van a aplaudir cuando le toca hablar al líder, o sillón en el consejo de administración de una entidad bancaria.

No puedes hacer nada, además tú no te enteras, no sabes de qué van las cosas, ni siquiera te codeas con gente importante que en un par de cubatas te pondría al día de qué va el asunto; nosotros arruinamos una caja, cobramos una indemnización millonaria y luego que les recorten los servicios básicos a la chusma para pagarlo, así de fácil, tú. Sólo te queda el recurso tan manido al pataleo, tirar de demagogia por un tubo, eso que se podría definir como los argumentos sacados de contexto y carentes de formas de aquellos que nos afean la conducta a los poderosos, a aspirantes a tal y lacayos varios, porque ya les gustaría a ellos llevárselo tan crudo como nosotros, a paraísos fiscales sin ir más lejos. ¿Indignarse? Por favor, si eso ya lo dijo Esperancita, tan de su clase ella como recordaba MSO, otra vez la sana demagogía, ni siquiera es de perroflautas, es algo mucho peor, es de pogres resentidos, envidiosos y acomplejados con instintos asesinos a lo sansculots.

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