viernes, 14 de octubre de 2011

Have I Told You Lately That I Love You



Maravillas del youtube. Te sientas a intentar descansar en el sofá, diría que en balde -siempre tengo un monstruo de dos tacos rodando a mi alrededor que si no es por una cosa u otra me hace levantarme por cualquier melonada-, a pasar el rato escuchando música que intentas recuperar del olvido, y aunque por norma buscas lo que más te gusta, lo que forma parte de tu repertorio personal, sentimental, al final acabas saltando de una cosa a otra hasta recalar en territorios que desconocías del todo.

En esta ocasión había ido directamente al Have I told you lately that I love you de Van Morrison, y no precisamente porque tenga el día tierno con mi pareja o nada por el estilo, ¡no caerá esa breva! (just a joke, baby!), sino más bien porque es lo que le ha tocado hoy al reproductor del coche de entre los CDs que guardo ahí y que me canso de escuchar una y otra vez. Pues bien, aún reconociendo que como la voz del León de Belfast pocas, de ahí todas las recopilaciones que atesoro del borde irlandés ni, la verdad es que hay días que cuesta disociar la voz de su dueño, y hoy era uno de esas. Como que ha sido verle la jeta en el correspondiente vídeo, y acordarme de inmediato de la anécdota que contaba Rod Steward de cuando fue a verle a su camerino para decirle todo lo que lo admiraba y éste lo echo con cajas destempladas, que así se las gasta el león en cuestión.

De modo que entonces he buscado la versión del escocés de la voz de esparto, y bueno, pasión le pone toda la que quieras, pero... Y de ahí hacia atrás, hacia el blanco y negro de Eddie Cochran, Slim Whitman, Marty Robbins, Vera Linn o Ricky Nelson. He estado tentado en colgar la versión de Vera Linn por ser de las pocas interpretadas por una mujer, pero no me convencía, al final me he decantatado por la de Ricky Nelson. No sé, es de un cinquentero que encanta, si no espanta. La escuchas y, a diferencia de la Steward que parece estar mendigando que lo perdonen tras una noche de juerga (y mejor no hablamos de la de Marty Robbins o un tal Hank Willians, resulta tan country que en lugar de dirigirse a su amada cualquiera diría que lo hace a su caballo...), esta de Ricky Nelson te transporta una época dulce, tranquila, prósperidad de posguerra, de veintiañeros con tupé sin otro problema que no quedarse estériles por culpa de lo apretado que llevaban los pantalones.

Evidentemente la mejor la de Van Morrison, se le va a hacer, ya decía Uma Thurman en Beautiful Gils algo así como que la felicidad era sentarte junto a la chimenéa de tu casa con una copa de whisky en una mano y la voz de Van Morrison en el oído..

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